Su nombre Guemesia ochoai es un homenaje a Martín Miguel de Güemes, el prócer argentino que en 2021 cumplió 200 años de su paso a la inmortalidad y al descubridor del fósil, el técnico paleontológico Javier Ochoa. Pertenece al grupo conocido como abelisaurios.

Hace unos 70 millones de años el territorio argentino presentaba un aspecto muy distinto a como lo conocemos hoy. Las temperaturas eran mucho más altas y la cordillera de los Andes aún no existía.

En el año 2015 un equipo conjunto de paleontólogos de la Argentina, India, Inglaterra y Estados Unidos, encabezado por el argentino Agustín Scanferla y la hindú Anjali Goswami, estaban en búsqueda de restos fósiles en cercanías de la localidad de Amblayo, en la provincia de Salta. En esa zona, los restos fósiles son escasos y en ocasiones se encuentran muy deformados debido a presiones de las rocas que los rodean. Es por ello que se conocen muy pocos dinosaurios en el Noroeste argentino, y la mayor parte de la información disponible sobre estos animales procede de la Patagonia. Sin embargo, uno de los integrantes de aquella expedición dio con un hallazgo excepcional. Javier Ochoa, técnico paleontológico, encontró la base del cráneo de un dinosaurio desconocido.

A pesar de tratarse de una sola pieza, la base del cráneo ofrece valiosísima información, con la que los investigadores pudieron incluso reconstruir cómo era el cerebro del nuevo dinosaurio. El trabajo publicado recientemente en el Journal of Vertebrate Paleontology es encabezado por Federico Agnolin, investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y en la Fundación Azara.

A partir del conocimiento disponible, los investigadores nombraron al nuevo dinosaurio como Guemesia ochoai. El nombre es un homenaje a Martín Miguel de Güemes, el prócer argentino que en 2021 cumplió 200 años de su paso a la inmortalidad y el nombre de la especie ochoai se debe al apellido de su descubridor: Javier Ochoa.

Guemesia fue un dinosaurio de tamaño mediano, posiblemente de unos 5 metros de longitud, y carnívoro, perteneciente al grupo conocido como abelisaurios. Estos dinosaurios se caracterizaban por brazos excesivamente cortos, casi rudimentarios y un cráneo sólido y macizo, bien ornamentado. Sin embargo, los huesos de Guemesia son.

más delgados y muestran superficies de anclaje muscular de menor tamaño que en sus parientes más cercanos, por lo que los científicos creen que era una especie relativamente primitiva.

La reconstrucción del cerebro de Guemesia muestra que su olfato había sido poderoso, en contraste con su vista, que habría sido bastante pobre. Este dinosaurio no solo es una nueva especie, sino que ayuda a completar un importante bache geográfico. Los abelisaurios bien conocidos hasta el día de la fecha procedían de Brasil y fundamentalmente Patagonia, por lo que el hallazgo de Guemesia ayuda a empezar a entender cómo fueron los dinosaurios carnívoros que vivieron en zonas donde prácticamente no se conocen restos fósiles.

Los autores del trabajo publicado son Federico L. Agnolín, Mauricio A. Cerroni, Agustín Scanferla, Anjali Goswami, Ariana Paulina-Carabajal, Thomas Halliday, Andrew R. Cuff & Santiago Reuil

 

 

Ilustración: Artista Gabriel Lio

Reconstrucción del cráneo: Santiago Reuil

 

 

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